Parábola: Chuck el Pato
Jesús nos enseñó en parábolas. Una parábola es un ejemplo de algo natural que explica una verdad espiritual.
Chuck el pato
Un día un huevo rodó desde el nido de un pato hasta el nido de un pollo. Chuck nació.
Cuando despertó, vio a su madre y a sus hermanos y hermanas. No eran como él, pero lo aceptaron de todos modos. Tenía un pico plano y en punta. Su pico grande y el de ellos pequeño. Sus patas eran planas y sus uñas afiladas y puntiagudas. Definitivamente era feo, pero lo amaban de todos modos y dondequiera que fueran, él iba.
Un día todos salieron. Los demás picoteaban las pequeñas piedras, pero a él no le interesaba hacer eso. Entonces Chuck vio el lago y el agua. Oh, cómo quería nadar, así que se dirigió directamente hacia el agua, y su mamá gritó. “¡NO! Chuck, no puedes nadar. ¡Te ahogarás!”.
Pasaron los días y un grupo de patos aterrizó en el lago cerca de su casa. Se parecían a Chuck. ¡Pero podían volar!. Así que Chuck se dirigió al agua otra vez y saltó ¡Su madre estaba horrorizada!. Porque Chuck podía nadar. Entonces él batió sus alas y gritó, ¡Mamá, yo puedo volar! ¡Y alzo vuelo!.
Tenemos una Nueva Naturaleza. Porque somos hijos de Dios. Hemos recibido esa Nueva Naturaleza al Nacer de Nuevo. Pero nosotros fuimos creados en pecado y aún no sabemos lo que seremos. (Colosenses 3: 4, Col 1:27, Efesios 1:18, Efesios 3:16, 2 Corintios 3:18) El Espíritu Santo fue dado para llevarnos a la madurez tal como nuestra madre nos entrena en los Caminos de Dios. Cuando nuestro espíritu se edifica y crece por encima de nuestras circunstancias, entonces podemos entrar en nuestra herencia y comenzar a caminar en la naturaleza espiritual dejando la vieja naturaleza de carne y pecado. El plan de Dios es llevarnos a la gloria, a la imagen de Cristo. Pero Él lo hará a Su manera. No podemos cambiar nosotros mismos. Necesitamos la comunicación sobrenatural con el Espíritu Santo para aprender este camino de santidad (santificación) y guiarnos a toda la verdad.