Reporte de Trujillo – Marzo 2017
El día de mi viaje a Trujillo, encontré que la carretera principal (Carretera Panamericana) estaba cerrada. No había pases de autobuses.
¿Qué está pasando?” Llamé al Pastor Carlos del Campo por teléfono, el mencionó que la lluvia del día anterior fue muy fuerte e inusual, pero no sabía que las carreteras estaban cerradas. En los días siguientes, lo descubrimos con inundaciones repentinas y huaycos, deslizamientos de tierra y barro habían inundado toda la Costa Norte del Perú. Los ríos crecieron con una furia que el Perú no había conocido antes y las lluvias que llegaron fueron inesperadas y se convirtió en mucho más de lo que este terreno desértico podría manejar.
El pastor Carlos me invitó para enseñar a los pastores y creyentes como andar en el espíritu. “Todos somos estudiantes de la Escuela Rhema Perú y hemos tenido mucha enseñanza sobre el poder de Dios, pero hay muy pocos de nosotros que estamos caminando en la demostración de poder como dice la Biblia”. El pastor Carlos me dijo: “sé que hay más Para nosotros para conocer. ¿Puedes venir y enseñarnos?”
Estaba en el Terminal del autobús con mi maleta, corrí a través del largo edificio en el centro comercial para adquirir un boleto por avión, gracias a Dios encontré un stand de la aerolínea “LAN Perú”. “¿Tienes boletos disponibles para Trujillo?” “Sí” dijeron, pero el costo era el doble del precio normal. Lo puse en mi tarjeta de crédito y llamé al Pastor Carlos, le dije que compré mi boleto en avión y que estoy lista. “¿Puedes recogerme?” pregunte; “Sí, por supuesto. Nos encontraremos en el aeropuerto mañana” fue su respuesta.
En este año 2017 comencé diferente a otros años pasados. Tuve que cancelar mi viaje a Iquitos para cuidar de Eliana y estar en la iglesia en Lima. Dios me tuvo en oración y ayuno durante todo Enero y Febrero. Él estaba dándome mucho conocimiento de revelación y visiones para impartir en los próximos meses. “Oren por las naciones”, (incluso hoy estoy leyendo de implantes de microchip que se ofrecen de forma gratuita a los empleados de una empresa en Suiza: La marca de la bestia, quienes están convencidos de que es algo bueno, la tecnología avanzada del futuro, la sustitución de teléfonos inteligentes y tarjetas inteligentes con un implante en el cuerpo humano). Estas inundaciones y desastres naturales fueron también más de los signos de los últimos tiempos que Jesús habló en los evangelios.
Mientras esperaba en el aeropuerto para mi viaje a Trujillo, me acordé de mi viaje a Ilo, una ciudad en la Costa Sur del Perú. Que fue en el año pasado, también habían sufrido de los desastres naturales y que todo el pueblo entro en pánico. Esta no era la primera vez que yo había llegado a una ciudad donde el pueblo estaba en pánico. El taxi me había dejado en la acera con mi maleta y mientras esperaba, empecé a ver a la gente corriendo y oí a las sirenas en emergencia. Policías en motocicletas estaban cruzando las calles, oí a la gente gritando “¡tsunami, tsunami – lleguen a un terreno más alto!”
Pero yo tenía una paz dentro de mi espíritu, así que no seguí a la multitud. Cuando las calles quedaron vacías y el taxi todavía no llegaba, empecé a llamar por teléfono. Todo parecía que el bloqueo era por la policía que había
Impedido el pase. Una señora muy amable abrió la puerta de su casa y me invitó a entrar. “Tengo que irme, pero puedes dejar tu maleta dentro y puedes recogerla más tarde.” OK “dije, y empecé a caminar hacia un edificio cercano para esperar el taxi.
No hubo tsunami esa noche, fue una falsa alarma. Pero hubo un tsunami espiritual que el Señor me había mostrado en una visión. Gran parte de la iglesia fue barrida por falsas doctrinas y esquemas del diablo.
Ahora estaba en Trujillo recordando el pánico cuando esas personas se enfrentaron a la posibilidad de un desastre natural. Pronto lo veía en persona.
¡Huaico! ¡Huaico! ¡Huaico! Y todos estaban llamando a sus amigos y familiares con sus teléfonos, celulares. El río había desbordado sus orillas, los escombros y el barro se precipitaban en un torrente de agua hacia el centro de la ciudad.
Pocas personas vinieron a nuestra primera reunión debido a las inundaciones. Durante los próximos días. Después poco a poco comenzaron a venir a escuchar y a orar. Nuevos creyentes y familias enteras llegaron más tarde debido a las inundaciones.
La noticia informaba diariamente de los daños que las casas que se estaban inundando y que la gente tendría que salir de sus casas por los torrentes de las aguas que eran muy fuertes. Los puentes se derrumbaron y se convirtió en una emergencia nacional mientras miramos los informes en la televisión.
El mensaje que Dios me dijo para llevar al pueblo era de libertad de esclavitud de pecado, de una vida de religión a una libertad de sanidad. Es camino de poder, y libertad en ÉL Espíritu Santo. Pero también es un camino de fe para creer a Dios y poner nuestra mirada en las cosas de arriba. Dios requiere que le obedezcamos y confiemos en Él para los cambios que necesitamos. Él nos ayudará mientras andamos en la fe de un Dios vivo.
Estuve en Trujillo durante dos semanas enseñando el conocimiento de la revelación y ministrando en el espíritu nacido de nuevo. Prediqué todos los días y a veces más de una vez al día. El hambre y la sed de la gente eran refrescante mientras enseñaba sobre el poder dado a la iglesia primitiva que ahora está disponible para todos nosotros. Muchos recibieron el bautismo del Espíritu Santo orando en diferentes lenguajes.
Jesús fue fiel para sanar y para abrir los ojos de nuestro entendimiento al poder y la autoridad disponibles para nosotros como hijos de Dios. Ahora somos aún más sensibles a las necesidades de nuestros vecinos y muchos han venido a ayudarnos.
Dios está en medio de estos últimos días mientras buscamos a Dios por más. Oremos en lenguas.